Como se comentó en el segmento de Slow Food, lo mejor seguirá siendo que estemos muy al pendiente de lo que comemos a diario. Tratar de que todo sea fresco, usar lo menos posible los productos enlatados o los llamados "chatarra". Claro que esto podría ser imposible debido a nuestro ritmo actual de vida donde nos conformamos con un café y una sopa maruchán para todo el día. Lo normal sería que pudieramos comer la mayor parte del tiempo de una manera sana y natural y tal vez uno o dos días a la semana comer alguno de estos productos que no nos sirven para nada. Pero el punto es que tenemos que lograr comer siempre sanamente porque el cuerpo siempre nos va a terminar cobrando la factura y ahora que estamos jovenes y vitales no sentimos los efectos de una mala alimentación. O algunos ya los estan sintiendo, con enfermedades como gastritis, colítis, intestino irritable, sobrepeso y diabetes en personas menores de 40 años.
Todo aquello que sea natural es bueno porque así es como desde siempre la humanidad ha convivido con su entorno hasta estos últimos cien años donde al buscar más y mejor hemos terminado comiendo maíz con genes de escorpión y tenemos tan alterado el ecosistema de nuestro planeta, que vamos a pagar consecuencias muy caras como lo hemos visto en los últimos 20 años: Inundaciones, hambruna, sequías, etc.
Es indignante que en México tengamos 20 millones de pobres viviendo en pobreza extrema y también seamos el segundo país a nivel mundial con mayor sobrepeso en su población.
También somos el segundo consumidor de refrescos a nivel mundial después de EUA.
Así que solamente evitando las comidas en los establecimientos "Fast Food", evitando los refrescos, las papitas (doritos, rufles, etc) y jugos enlatados podemos mejorar nuestra calidad de vida. En vez de ir a un Mc Donalds comprar carne molida 100% de res y preparar las hamburguesas en casa o ir a unas hamburguesas al carbón donde el jitomate, la lechuga y la carne son frescas.
Y tratar de no comprar aquellos productos (aunque es extremadamente difícil) que Greenpeace nos dice que no quisieron responder acerca de si utilizaban o no transgénicos. Es muy fácil solamente hay que darle una repasada a la lista y cuando vayamos al super fijarnos muy bien cuales son estas marcas que estan en la lista roja y no comprarlas o adquirir marcas regionales.
En México la leche, crema y queso son regionales por ejemplo.
viernes, 27 de marzo de 2009
jueves, 26 de marzo de 2009
GUIA ROJA Y VERDE DE LOS ALIMENTOS EN MEXICO
Por lo menos 17 empresas que comercializan más de 30 marcas de alimentos industrializados garantizaron satisfactoria y plenamente que no utilizan transgénicos en los productos que venden en nuestro país, dio a conocer Greenpeace México, durante la presentación pública de la Guía roja y verde de alimentos transgénicos.
En la presentación participaron la actriz Cecilia Suárez y el caricaturista Rius.
La Guía… clasifica 250 productos alimenticios a la venta en México como verdes o rojos: verdes si sus fabricantes garantizan NO usar transgénicos ni sus derivados como ingredientes; y rojos si sus fabricantes se negaron a brindar información a Greenpeace sobre sus políticas de compra y uso de transgénicos, o bien si no fueron capaces de certificar plenamente y sin ambigüedades que sus productos NO contienen estos ingredientes riesgosos.
“Esta Guía roja y verde… es el primer esfuerzo sistemático que se hace en México para brindar a la ciudadanía información sobre los ingredientes genéticamente modificados que se usan en los alimentos a la venta en México. Con la Guía… los consumidores podrán ejercer su indiscutible derecho a saber y a decidir si llevan a las mesas de sus familias alimentos que pueden tener transgénicos o productos que garantizan estar libres de ellos” dijo Areli Carreón, coordinadora de la campaña de consumidores de Greenpeace México.
Durante la presentación, 86 productos de las 50 empresas a las que Greenpeace solicitó información desde marzo de este año fueron colocados respectivamente en una mesa verde, es decir libre de transgénicos, o en una mesa roja, debido a que sus fabricantes no garantizaron si utilizaban o no transgénicos. Los productos colocados en la mesa verde fueron avalados con cartas de los fabricantes especificando una clara política de no uso de transgénicos, con certificados de sus proveedores de materia prima en los que se especifica que no hay transgénicos y algunas incluso presentaron análisis de laboratorio.
“Para los mexicanos la comida es extremadamente importante porque la salud, el bienestar, la celebración y el gozo de nuestras familias dependen de los alimentos que hay en nuestras mesas. Lo mínimo que esperamos de los fabricantes de alimentos es que nos brinden información, certidumbre y seguridad plena sobre los ingredientes con los que se preparan nuestros alimentos. Si sus productos contienen transgénicos, los consumidores tenemos derecho a saberlo para decidir si queremos comerlos o no”, dijo la actriz Cecilia Suárez.
Algunas de las marcas que garantizan plenamente que no están usando transgénicos en sus productos son: Pascual Boing!, Alpura, Gerber, Lácteos Santa Clara, Chocolates Ferrero, Gelatinas DGari, Galletas MacMa, Pan Filler y Verde Valle, entre otras.
Marcas como Kelloggs, Maseca, Bimbo, Danone, Pronto, Lala y Hersheys, entre otras, se negaron a responder a Greenpeace sobre si sus productos contienen transgénicos o no, en tanto que marcas como Nestlé, Herdez y La Costeña respondieron ambiguamente, por lo que fueron listadas como rojas. En el mismo caso se encuentran Minsa y Bachoco, quienes dijeron no usar transgénicos pero no pudieron mostrar los certificados que garantizan que el maíz que importan de Estados Unidos no sea genéticamente modificado.
“Cada vez más mexicanos están preocupados por lo que se comen, y ojalá cada vez más se ocupen también de los daños al ambiente que puede causar la producción de alimentos con plaguicidas, agrotóxicos y transgénicos. La salud humana está estrechamente ligada a la salud de nuestro entorno, por eso es importante que seamos consumidores informados, conscientes y activos. La información que hoy nos ofrece Greenpeace junto con las acciones que tomemos como ciudadanos consumidores nos permitirán cuidar tanto nuestra salud como el ambiente de la amenaza de los transgénicos”, dijo el caricaturista y escritor Rius.
Mención especial mereció la Cervecería Modelo, fabricante de la famosa cerveza Corona, quien garantizó a Greenpeace Bélgica que dicha cerveza a la venta en Europa no contiene transgénicos, pero no quiso brindar esa información para los consumidores mexicanos.
La Guía… contiene además información sobre los riesgos de los transgénicos para la salud y el ambiente, así como datos y recomendaciones básicas para que los consumidores puedan evitar consumir transgénicos. Esta Guía completa está disponible gratuitamente en la página de internet de Greenpeace: www.greenpeace.org.mx .
La Guía… será actualizada cada vez que nuevas empresas puedan garantizar claramente que no utilizan transgénicos. Más marcas y productos serán incorporados a esta lista, entre ellos los productos marca propia de los grandes supermercados como Walmart, Aurrerá, Comercial Mexicana, Gigante, Soriana, Chedraui. Greenpeace ya comenzó a entablar contacto con varios de ellos.
“Greenpeace continuará pidiendo a las compañías fabricantes de alimentos tanto información como un compromiso claro con su clientela mexicana para que se nos ofrezcan alimentos libres de transgénicos riesgosos. Seguramente muchas de las compañías que no contestaron esta primera vez, comprenderán mejor la información que les estamos solicitando y pondrán a disposición del público los certificados necesarios para garantizar que sus productos NO contienen transgénicos. Tan pronto como esto ocurra esas compañías serán listadas como verdes, por ello les pedimos que se mantengan al día de las actualizaciones de esta Guía en nuestra página de internet. Esperamos que para la edición impresa de esta Guía, que tendremos lista a principios del año próximo, muchas más compañías tomen la decisión de comprometerse con los consumidores a no usar transgénicos en sus productos”, finalizó Carreón.
Para más información comunicarse con Cecilia Navarro (teléfonos 5530 21 65 ext. 220 y 04455 5172 9869), Areli Carreón (5530 2165 ext. 119 o 044 55 2669 2957) o visitar la página www.greenpeace.org.mx
miércoles, 25 de marzo de 2009
Cuestión de decisión
Existen muchas opiniones encontradas en cuanto a los alimentos transgénicos, los que más apoyan esta iniciativa sostienen que el mundo se está quedando sin alimento y que esta es una manera de hacerle frente al hambre sobretodo en continentes como Africa o que se debe permitir la innovación genética ya que es nuestro futuro.
A mi la verdad me da miedo todo lo que pueden llegar a hacer y a manipular los grandes corporativos, yo en lo personal quisiera saber si el producto que estoy comprando en el super contiene o no algún porcentaje de transgénicos, es como el SODIO, no es malo pero si lo puedes evitar mejor y en las etiquetas de la mayoría de los productos se declara, así que en mi caso que no puedo comer mucho tengo la opción de escoger aquel producto que no lo contiene.
Y porsupuesto estoy totalmente en contra de que a poblaciones pobres se les den estos alimentos como un remedio para su pobreza, el punto que defiende Greenpeace por ejemplo es que realmente no sabemos que es lo que nos puedan ocasionar, no sabemos si será un efecto a corto, mediano o largo plazo; o quizá no lo haya pero los consumidores tenemos el derecho a decidir sobre nuestra alimentación a fin de cuentas es nuestro cuerpo. O no es este el mayor argumento contra el aborto?
martes, 24 de marzo de 2009
Alimentos Transgénicos
¿A quién benefician?
A las grandes empresas del sector agroindustrial los transgénicos les benefician porque suponen una fuente de poder monopolístico (ya que son patentables y favorecen la concentración de capital). Cada vez que un agricultor planta una semilla transgénica debe pagar a una de estas empresas.
¿Porqué estamos en contra?
Organizaciones como Greenpeace estan en contra pues todavía no se ha demostrado cuales son los efectos a largo plazo. Los alimentos transgénicos estan modificados para adquirir características de resistencia a plagas por ejemplo, y se ha encontrado que al ser ingeridos nuestro estómago puede absorber estas características haciendonos inmunes a los antibioticos.
Se exige también el etiquetado de los productos con el exacto contenido de transgénicos ya que nosotros como consumidores tenemos el derecho de decidir si queremos comer o no aquello que contiene alimentos geneticamente modificados.
“Los alimentos transgénicos parecen actuar como un agente de control de la natalidad, conduciendo de forma potencial a la infertilidad. Si este motivo no es suficiente para plantear la retirada de los cultivos transgénicos actualmente en el mercado, no se a que tipo de catástrofes estamos esperando”
afirmó Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los transgénicos de Greenpeace
“Experimentar genéticamente con nuestros alimentos es como jugar a la ruleta rusa con los consumidores y con la salud pública”, refiriendose a un estudio publicado en Austria en Nov. del 2008 en donde se encontró que los ratones alimentados con maíz transgénico poco a poco se fueron volviendo infértiles.
jueves, 19 de marzo de 2009
Slow Food en Mexico
Entrevista a la chef Ana Bredeé dueña de un restaurant de comida Slow Food en Puebla.
La chef Bredée llego a la industria restaurantera a través de la ruta que la llevo de México a Inglaterra, Francia y los Estados Unidos. Estudió en Aguascalientes y Philadelphia, manejó un negocio de banquetes en Aguascalientes, y fue a Italia cuando un amigo en México le comento sobre el movimiento Slow Food.
"La taza de obesidad en México está creciendo casi tan rápido como la de los Estados Unidos, y el índice de diabetes aún más rápido. ¿Qué pueden hacer los mexicanos para detener este desastroso crecimiento?"
Bredée: Desafortunadamente, por los medios corporativos, la comida rápida en México es vista como símbolo de status, no tanto con la gente acaudalada pero entre la clase media. Hoy en día en casi todos los centros comerciales en México hay áreas de franquicias de comida rápida. El sabor de la buena comida está valorado por las clases altas. El público mexicano necesita ser educado sobre la realidad de la gente que produce y hace la comida.
"Uno de los conceptos enfatizados por el movimiento Slow Food es comprar alimentos producidos localmente. Los mercados de granjeros están creciendo en todo el mundo, pero aquí en México, todo lo producido se va a la Central de Abastos, así que raramente tenemos la oportunidad de saber de donde vino originalmente. ¿Cómo podemos encontrar alimentos que han sido producidos localmente?"
Bredée: Sí, es cierto que el producto cultivado en cualquier área es llevado a la Central de Abastos, donde es vendido a mayoristas de todas partes, quienes después lo llevan a vender a los mercados. Pero esto solo aplica a la comida que se vende en los mercados cerrados. Los alimentos vendidos en los "tianguis" (mercados de la calle) probablemente son cultivados localmente, a menudo por las personas que los están vendiendo. (Nota del editor: La Central de Abastos más grande está en la ciudad de México, y existen otras en Guadalajara y Monterrey. El sistema de abastos ha estado en efecto desde tiempos coloniales.) Otra cosa que las personas pueden hacer es formar redes locales. Los cocineros de casa al igual que chefs pueden juntarse y obtener productos de los granjeros locales. Bioasasoría en Puebla es un ejemplo de una organización que pone a las personas en contacto con fuentes locales que son buenas para el medio ambiente.
"México tiene el consumo más grande por capita de Coca Cola en el mundo y para los años 70, la comida chatarra había llegado a los pueblos más remotos. ¿Qué podemos hacer para educar a los niños mexicanos acerca de la nutrición y los peligros de la comida rápida y chatarra que se está consumiendo?"
Bredée: Mucha de ésta educación debe empezar en las escuelas. Las escuelas públicas cercanas a donde vivo tienen muchas envolturas de comida chatarra afuera, porque esto es lo que se vende en las tienditas escolares. Vender comida más sana sería fantástico, pero tiene que comenzar con el personal de la educación al igual que con los padres. Cada escuela tiene una Asociación de Padres de Familia y un buen lugar en donde empezar sería llevar especialistas de la salud y nutriólogos a hablar con ellos en sus juntas.
"Tú eres miembro de la convivia de Slow Food aquí en Puebla. ¿Qué están haciendo a nivel local para tratar de mantener las tradiciones culinarias mexicanas, los cuales no son "rápidas"; por lo contrario, se han descrito como "artesanales"?"
Bredée: Estamos tratando de conservar las recetas y técnicas que pueden ser perdidas algún día sin no las pasan a las siguientes generaciones. Por ejemplo, en la última reunión, algunas mujeres del pueblo de San Miguel Canoa nos mostraron cómo se hace su mole local. Si no recopilamos y conservamos estas recetas, eventualmente se perderán. Lo mismo sucede con los ingredientes. Esto es porque uno de los objetivos del movimiento Slow Food es de conservar las tradiciones que están desapareciendo debido a el cultivo irresponsable y de modificaciones genéticas.
La chef Bredée llego a la industria restaurantera a través de la ruta que la llevo de México a Inglaterra, Francia y los Estados Unidos. Estudió en Aguascalientes y Philadelphia, manejó un negocio de banquetes en Aguascalientes, y fue a Italia cuando un amigo en México le comento sobre el movimiento Slow Food.
"La taza de obesidad en México está creciendo casi tan rápido como la de los Estados Unidos, y el índice de diabetes aún más rápido. ¿Qué pueden hacer los mexicanos para detener este desastroso crecimiento?"
Bredée: Desafortunadamente, por los medios corporativos, la comida rápida en México es vista como símbolo de status, no tanto con la gente acaudalada pero entre la clase media. Hoy en día en casi todos los centros comerciales en México hay áreas de franquicias de comida rápida. El sabor de la buena comida está valorado por las clases altas. El público mexicano necesita ser educado sobre la realidad de la gente que produce y hace la comida.
"Uno de los conceptos enfatizados por el movimiento Slow Food es comprar alimentos producidos localmente. Los mercados de granjeros están creciendo en todo el mundo, pero aquí en México, todo lo producido se va a la Central de Abastos, así que raramente tenemos la oportunidad de saber de donde vino originalmente. ¿Cómo podemos encontrar alimentos que han sido producidos localmente?"
Bredée: Sí, es cierto que el producto cultivado en cualquier área es llevado a la Central de Abastos, donde es vendido a mayoristas de todas partes, quienes después lo llevan a vender a los mercados. Pero esto solo aplica a la comida que se vende en los mercados cerrados. Los alimentos vendidos en los "tianguis" (mercados de la calle) probablemente son cultivados localmente, a menudo por las personas que los están vendiendo. (Nota del editor: La Central de Abastos más grande está en la ciudad de México, y existen otras en Guadalajara y Monterrey. El sistema de abastos ha estado en efecto desde tiempos coloniales.) Otra cosa que las personas pueden hacer es formar redes locales. Los cocineros de casa al igual que chefs pueden juntarse y obtener productos de los granjeros locales. Bioasasoría en Puebla es un ejemplo de una organización que pone a las personas en contacto con fuentes locales que son buenas para el medio ambiente.
"México tiene el consumo más grande por capita de Coca Cola en el mundo y para los años 70, la comida chatarra había llegado a los pueblos más remotos. ¿Qué podemos hacer para educar a los niños mexicanos acerca de la nutrición y los peligros de la comida rápida y chatarra que se está consumiendo?"
Bredée: Mucha de ésta educación debe empezar en las escuelas. Las escuelas públicas cercanas a donde vivo tienen muchas envolturas de comida chatarra afuera, porque esto es lo que se vende en las tienditas escolares. Vender comida más sana sería fantástico, pero tiene que comenzar con el personal de la educación al igual que con los padres. Cada escuela tiene una Asociación de Padres de Familia y un buen lugar en donde empezar sería llevar especialistas de la salud y nutriólogos a hablar con ellos en sus juntas.
"Tú eres miembro de la convivia de Slow Food aquí en Puebla. ¿Qué están haciendo a nivel local para tratar de mantener las tradiciones culinarias mexicanas, los cuales no son "rápidas"; por lo contrario, se han descrito como "artesanales"?"
Bredée: Estamos tratando de conservar las recetas y técnicas que pueden ser perdidas algún día sin no las pasan a las siguientes generaciones. Por ejemplo, en la última reunión, algunas mujeres del pueblo de San Miguel Canoa nos mostraron cómo se hace su mole local. Si no recopilamos y conservamos estas recetas, eventualmente se perderán. Lo mismo sucede con los ingredientes. Esto es porque uno de los objetivos del movimiento Slow Food es de conservar las tradiciones que están desapareciendo debido a el cultivo irresponsable y de modificaciones genéticas.
miércoles, 18 de marzo de 2009
Comercio Justo
La trascendencia del alimento en la vida cotidiana, como consecuencia natural de lo que comemos, ejerce también un profundo efecto en nuestro entorno, en el paisaje del medio rural, en la supervivencia de las tradiciones y en la biodiversidad de la Tierra. Un auténtico gastrónomo no puede ignorar la íntima conexión entre el plato y el planeta. Y detrás de cada plato está la gente que lo hizo posible, los productores que han conservado las tradiciones cultivando o produciendo, trabajando para nutrirnos y satisfacernos. Los alimentos que comemos deberían tener buen sabor, deberían ser producidos de forma limpia sin perjudicar el medio ambiente, el bienestar animal y la salud humana, y los productores deberían ser recompensados de manera justa por su trabajo.
El Comercio Justo es un sistema de relaciones comerciales basado en la justicia, la solidaridad y la sustentabilidad. Parte de la asociación principalmente comercial, directa y de largo plazo, entre pequeños productores y consumidores.
En el comercio justo, los productores obtienen un ingreso digno y estable que impulsa sus propios procesos de desarrollo económico, social y cultural. Por otro lado, los consumidores reciben un producto de calidad certificada, elaborado con respeto a la salud y cuidado del medio ambiente.
Comercio Justo,¡No Caridad!
Lo mejor del pequeño productor®
Vivir tranquilos
Lo que nosotros podemos hacer es interesarnos por la cultura gastronómica de la región en que vivimos y los sitios que visitamos, haciendo hincapié en los platos y establecimientos más auténticos. También, intentar elaborar nosotros mismos nuestras comidas, utilizando ingredientes variados y recetas típicas, en la medida en que nuestro tiempo nos lo permita. Las abuelas y los abuelos tienen aquí, probablemente, mucho que decir. Y nosotros, mucho que aprender, y también mucho que transmitir a nuestros hijos.
"Porque el movimiento slow no solamente es cuestión de como preparar alimentos sino también es un movimiento que nos invita a vivir tranquilos, evitar las prisas que estos nuevos tiempos nos han impuesto y que por ello terminamos comiendo en establecimientos de comida rápida que nos provoca indigestiones y obesidad. Hace no mucho tiempo todavía disfrutábamos de la sobremesa con nuestra familia, de una manera pausada y preocupándonos por cada miembro. Ahora cada quien come por su lado y aquellos ratos agradables que se pasaban en conversaciones que nos acercaban ya casi no se dan. Por eso es que estoy tan a favor de este movimiento porque no es sano estar todos los días viviendo de prisa solamente pensando en la carga de trabajo que ni tiempo tenemos de comer algo que nos nutra o de convivir con las personas que nos importan.
Por eso el logo del movimiento es un caracol. Porque entre menos preocupados y acelerados vivamos, mejor para nuestra salud, mejor para quienes nos rodean y mejor para nosotros...
atte. ana"
martes, 17 de marzo de 2009
Movimiento global a favor de lo local
En contra de la cultura del Fast Food, este movimiento promueve el disfrute de los productos regionales y las comidas tradicionales, cuyos ingrediente en muchas ocasiones se cultivan de forma respetuosa con el medio ambiente. Promueve también disfrutar de esas comidas en compañía de otros. Al mismo tiempo, trata de defender la diversidad de los cultivos y las materias primas.El movimiento reúne a más de 80.000 miembros en 50 países, que están organizados en 800 Convivia o grupos locales. Algunas veces actúan bajo el logotipo de un caracol, y su filosofía es preservar y apoyar modos de vida tradicionales.
"Procura comprar en los mercados de tu ciudad frutas y verduras de agricultores de la región, son más frescas y baratas que en cadenas de supermercados que muchas veces las tienen congeladas por días.
atte. ana"
"Procura comprar en los mercados de tu ciudad frutas y verduras de agricultores de la región, son más frescas y baratas que en cadenas de supermercados que muchas veces las tienen congeladas por días.
atte. ana"
El objetivo de la organización es dar la debida importancia al placer gastronómico que proporcionan los alimentos, aprendiendo a disfrutar de la diversidad de sabores y recetas, a reconocer la variedad tanto de los lugares de producción, como de los campesinos que hacen la cosecha y de los artesanos que los preparan, y a respetar el ritmo de las estaciones del año. Pero Slow Food propone además añadir un nuevo sentido de responsabilidad a la búsqueda de este placer y al derecho que todos tenemos de disfrutarlo: ese enfoque fue denominado “ecogastronomía”, y engloba el respeto y el estudio de la cultura enogastronómica (vino y comida) y el apoyo a los que se ocupan de defender la biodiversidad agroalimentaria en el mundo.
Movimiento Slow Food
El movimiento Slow Food fue fundado en italia por Carlo Petrini, un periodista italiano, quien dijo “basta” cuando una cadena estadounidense decidió instalarse en la Piazza di Spagna en Roma.
Petrini empezó un movimiento pacífico y didáctico al que llamó Slow Food, lo contrario de Fast Food. Este movimiento se preocupa por contrarrestar la tendencia a convertirnos en un mundo de sabores universales, donde no se respeten las tradiciones de cada país, de cada región y aun de cada población, y por defender las especies vegetales y animales, protegiendo a las que están en peligro de extinción.
Un mundo en el que la comida rápida o Fast Food y sus sabores empaquetados han cruzado todas las fronteras: cuando viajamos encontramos locales de esa comida con el nombre de las grandes empresas trasnacionales hasta en las más remotas y pequeñas poblaciones del planeta. Su éxito internacional radica en gran medida en los millones de dólares que se invierten en publicidad, pero también en el precio tan reducido al que se venden sus productos.
Petrini empezó un movimiento pacífico y didáctico al que llamó Slow Food, lo contrario de Fast Food. Este movimiento se preocupa por contrarrestar la tendencia a convertirnos en un mundo de sabores universales, donde no se respeten las tradiciones de cada país, de cada región y aun de cada población, y por defender las especies vegetales y animales, protegiendo a las que están en peligro de extinción.
Un mundo en el que la comida rápida o Fast Food y sus sabores empaquetados han cruzado todas las fronteras: cuando viajamos encontramos locales de esa comida con el nombre de las grandes empresas trasnacionales hasta en las más remotas y pequeñas poblaciones del planeta. Su éxito internacional radica en gran medida en los millones de dólares que se invierten en publicidad, pero también en el precio tan reducido al que se venden sus productos.
De alimentos y bebidas
"Algo que he disfrutado mucho últimamente es la cocina, pero lo que más me ha gustado es preparar todo a la antigua manera, como nuestras abuelas, es decir, natural. Que si quiero puré de tomate, pues lo hago con jitomates y no compro el puré de la tienda, ya que estoy metida un poco en la nueva onda de todo lo orgánico, todo lo que sea sin conservadores, pues con tantos casos de diabetes, obesidad, cáncer, etc. es mejor no buscarle y alimentarnos sanamente en el amplio sentido de la palabra. Por eso hablaré de dos cosas muy de moda y con las cuales estoy ampliamente de acuerdo: El movimiento Slow Food a nivel mundial que es una manera de combatir el Fast Food o comida rápida y mi oposición a los alimentos transgénicos.
Además de algunas recetas que me gustan mucho.
atte. ana"
jueves, 12 de marzo de 2009
Joyería Art Nouveau
RENÉ LALIQUE
El gran diseñador revolucionario de la joyería del Art Nouveau fue el francés René Lalique, cuya formación era una perfecta mezcla de arte y oficio. A pesar de la muerte de su padre, él fue aprendiz de orfebre a la edad de 16 años, mientras que simultáneamente estudiaba en el École des Beaux-Arts.
Fue joyero-diseñador: “freelanced”, para la casa Cartier antes de ser contratado en Destape. En 1886 Destape concedió el control de sus talleres a Lalique en reconocimiento a su talento único. Las joyas de Lalique fueron primero exibidas en el Salón de París en 1894 y tres años más tarde recibió La Legión de Honor por su trabajo.
Antes del debut de Lalique, las joyas francesas eran concebidas como unas exhibición de la riqueza del arte. Las piedras preciosas, particularmente las tallas y engaste de los diamantes, eran la preocupación de la destreza de los artesanos. En esto radicaba la jerarquía de posibles materiales que podrían ser usados según su valor y rareza. Cadenas de piedras brillantes indudablemente eran apreciadas por su apariencia, pero no daban ninguna oportunidad para que los joyeros mostrasen su poder creativo.
Las joyas de Lalique no tenían en cuenta las convenciones sociales y rompieron con las tradicionales reglas del diseño. El resultado dió piezas que fueron concebidas como trabajos independientes de arte más que meros ornamentos, y a Lalique gustaba de usar distintos materiales para conseguir el efecto deseado.
Él usaba piedras semipreciosas, no como sustitutos baratos, sino por sus colores, vetas o superficies. Como siempre en el trabajo de Lalique las piedras eran solamente una parte de la composición. Usó todo los tipos de metales como onix, cristal, esmalte, vidrio, madreperlas, ambar y marfil que marcó la primera etapa de la joyería de Lalique.
Con esta gran cantidad de materiales, era capaz de producir trabajos de enorme variedad de formas y colores, ideas que le sugerían su fantasía. Aunque el coste de los materiales variaba extraordinariamente de los costes habituales de la artesanía, esto no supuso que se perdiera el interés por sus creaciones, extremadamente complicadas, debido a su ingenio, originalidad e imaginación.
El gran diseñador revolucionario de la joyería del Art Nouveau fue el francés René Lalique, cuya formación era una perfecta mezcla de arte y oficio. A pesar de la muerte de su padre, él fue aprendiz de orfebre a la edad de 16 años, mientras que simultáneamente estudiaba en el École des Beaux-Arts.
Fue joyero-diseñador: “freelanced”, para la casa Cartier antes de ser contratado en Destape. En 1886 Destape concedió el control de sus talleres a Lalique en reconocimiento a su talento único. Las joyas de Lalique fueron primero exibidas en el Salón de París en 1894 y tres años más tarde recibió La Legión de Honor por su trabajo.
Antes del debut de Lalique, las joyas francesas eran concebidas como unas exhibición de la riqueza del arte. Las piedras preciosas, particularmente las tallas y engaste de los diamantes, eran la preocupación de la destreza de los artesanos. En esto radicaba la jerarquía de posibles materiales que podrían ser usados según su valor y rareza. Cadenas de piedras brillantes indudablemente eran apreciadas por su apariencia, pero no daban ninguna oportunidad para que los joyeros mostrasen su poder creativo.
Las joyas de Lalique no tenían en cuenta las convenciones sociales y rompieron con las tradicionales reglas del diseño. El resultado dió piezas que fueron concebidas como trabajos independientes de arte más que meros ornamentos, y a Lalique gustaba de usar distintos materiales para conseguir el efecto deseado.
Él usaba piedras semipreciosas, no como sustitutos baratos, sino por sus colores, vetas o superficies. Como siempre en el trabajo de Lalique las piedras eran solamente una parte de la composición. Usó todo los tipos de metales como onix, cristal, esmalte, vidrio, madreperlas, ambar y marfil que marcó la primera etapa de la joyería de Lalique.
Con esta gran cantidad de materiales, era capaz de producir trabajos de enorme variedad de formas y colores, ideas que le sugerían su fantasía. Aunque el coste de los materiales variaba extraordinariamente de los costes habituales de la artesanía, esto no supuso que se perdiera el interés por sus creaciones, extremadamente complicadas, debido a su ingenio, originalidad e imaginación.
Art Nouveau Posters
Alphonse Mucha fue uno de los creadores y difusores del estilo Art Nouveau, a partir del cual estableció una iconografía eficaz vinculada a la modernidad publicitaria. Gracias a sus carteles teatrales, publicitarios y decorativos, protagonizados por fascinantes mujeres, que permitían un desarrollo gráfico original y virtuoso, y a su relación con la célebre actriz Sarah Bernhardt, Mucha alcanzó la fama.
Mucha produjo una gran cantidad de pinturas, pósteres, avisos e ilustraciones así como diseños para joyería, alfombras, empapelados y decorados teatrales .
Ruptura
Es interesante observar que a finales del siglo se manifiesta de una manera evidente que los artistas, tanto pintores, escultores y arquitectos como poetas, literatos y músicos, expresaban un sentimiento de insatisfacción hacia lo hasta entonces producido. Buscaban una nueva forma de expresar el arte que borrara la sensación de vacío y sin vida generado por el excesivo academicismo y que además integrara totalmente sus creaciones.
De ahí el nombre Arte Nuevo, es decir, nuevas búsquedas para ofrecer nueva propuestas o para desvanecer los vacíos que en apariencia existían en el campo del arte.
"La meta de todas las artes es la belleza. Y la belleza no es otra cosa que la alegría intensa y embriagadora que los sonidos, las palabras, las formas y los colores producen directamente en nosotros." August Endell
Así, las artes como la pintura, la arquitectura, la poesía, la escultura y la música pudieron ser testigos de los profundos cambios por los que pasó el siglo XIX. Hasta este momento los pintores, por ejemplo, se habían dedicado sobre todo a los edificios, monumentos y retratos en los palacios reales o de la nobleza, en las villas, en las iglesias y en los monasterios; pero casi nunca un pintor había instalado un caballete junto a un árbol en el camino, al lado de las aguas tranquilas o turbulentas de los embarcaderos, en los callejones y rincones de la ciudad o en un comedor de los suburbios.
Movimiento
Bélgica fue el país donde el Art Nouveau alcanzó su máxima expresión. Las líneas curvas y sinuosas realizadas en hierro y cristal que Víctor Hortas diseñó para el Hotel Tassel son un bello exponente de este estilo. En Inglaterra tuvo escasa repercusión, pero destaca Charles Rennie Mackintosh, la figura principal de la escuela de Glasgow que, junto a su esposa Margaret Macdonald, iba a influir también entre los alemanes. Sus diseños en colores pastel, blanco, gris perla, rosa y lila daban un soplo de frescura.
En Viena surge en 1987 la Secesión, deseosa de romper con la continuidad de los movimientos anteriores y dar un aire nuevo a las artes. Olbrich y Hoffman fueron importantes representantes de esta línea. Aspiraban a la fusión de todas las ramas que no se consiguió hasta principios del siglo XX, si bien muchas piezas aún seguían quedando aisladas de la arquitectura.
Modernismo
Este movimiento artístico alcanzó por igual a la Literatura y las artes plásticas y cubre una cronología que ocupa las dos últimas décadas del siglo XIX y las dos primeras del siglo XX; aunque los críticos más observantes apuestan por una datación precisa para esta corriente que lleva de los años 1883 al 1914, hoy se cala hondo para encontrar sus raíces en el post-romanticismo europeo y, particularmente, en el prerrafaelismo británico y el simbolismo francés. El término Art Nouveau se documenta en 1884 en una revista belga titulada L´Art Modern, que rompía con el academicismo imperante a la sazón; en breve, en Francia la etiqueta al uso será Art Nouveau; en Gran Bretaña,Modern Style y en España se le denominó Modernismo.
Art Nouveau
Las formas ondulantes, la mujer y la naturaleza —los principales elementos del Art nouveau— se hicieron presentes en los objetos de uso cotidiano que entonces libraban una batalla fundamental: conservar su ideal de belleza amenazado por la creciente industrialización.
"Les presento este estilo que en lo personal me fascina; el color, las formas, el movimiento, etc. El art nouveau o modernismo se ha vuelto de mis favoritos ya que abarca no nada más elementos gráficos sino también decorativos y arquitectónicos, es entonces algo muy completo que vale la pena echar un vistazo
atte: ana "